miércoles, 13 de febrero de 2013

Magdalenas( San Valentin)

¡Buenos días!¡Tardes!¡Noches!
Como pueden ver, ¡estrené el molde de magdalenas!
Lo hice con al receta que nombré en la entrada anterior. Y aproveché para la presentación la cenefa de corazones que también nombré.


Parece que están muy doradas, pero no se quemaron. Cuando estaban doradas apagué el horno, y las dejé dentro para que se enfriaran, y para que con el calorcito terminaran de hacerse. Y creo que tenía que haberlo echo antes para que no se doraran tanto.


Les abrí un poco el papel para que quedaran más bonitas. La próxima vez, tomaré de referencia el molde en si, y no los papelitos a la hora de rellenar con la masa, porque aunque subieron, no lo hicieron tanto como deberían.

Llegados a este punto pensé, ¡necesito algo bonito y llamativo para meterlas!
Así que cogí un bote de cristal de aceitunas de hueso que esperaba ser reciclado, y lo he cambiado un poco. Para despegar las pegatinas de los tarros lo mejor es agua caliente y un estropajo de metal, y rasca, y rasca. Se va rápido porque el pegamento con el calor se ablanda y el estropajo lo elimina fácil.
La tapa estaba algo fea, así que decidí arreglarla. Solo hace falta cola blanca y un pincel, luego el pincel se lava con agua caliente y listo.

Primero marqué con un rotulador de tela, aunque como no se va a ver da igual, un perímetro bastante grande como para meter la tela dentro de la tapa y tapar todos los bordes.
La tapa es mejor ponerla como cuando tapas el bote, porque si lo haces al revés la cola blanca puede traspasar y terminas manchando todo. Entonces, se embadurna la tapa de cola, y se coloca la tela encima, no pongan cola blanca en los bordes todavía.

Una vez pegado, se le da la vuelta, ya no hay riesgo de manchar porque, si solo es cola y no lo han rebajado con agua, que no hace ninguna falta, enseguida se seca. Se pone cola en los bordes.

Y plegamos la tela. Si se quiere ser quisquilloso se puede ir recortando la tela, yo en este caso no me pareció que hiciera falta.


Untamos el interior con cola blanca.

Recortamos un circulo con fieltro. Un truco es cortar un circulo algo más grande, y antes de pringar el interior de la tapa ponerlo dentro y donde se doble los sobrantes marcarlo, para luego recortarlo.


Una vez pegado se verá así. Como el fieltro es medianamente grueso, no me molesté en ponerle algún cacho extra de tela para nivelar. Pero creo que no le hubiera echo mal. (jajaja)


Y el resultado es este, hay que dejarlo secar en un lugar aireado porque el olor a cola es fuerte, y magdalenas con olor a cola, pues no resulta muy agradable. El papelito blanco que asoma por la tapa es papel de horno, así lo aislaba de la tapa. La tapa al ponerle la tela no cierra, eso hay que tenerlo en cuenta dependiendo de que se quiera poner. Y se podría poner una cenefa que en vez de rodear el bote, vaya en vertical y mantenga la tapa cerrada. Pero como es un bote para ir abriendo y picoteando, no me parece importante.


Otra manera de poner la cenefa es en la parte de arriba, o también dejar el tarro abierto, muchas veces se pierde la tapa o se oxida. Presentar un desayuno, con un bote lleno de magdalenas con corazones de crochet, ¡me parece delicioso!

(Estas son mis favoritas)

Espero que os gustara la idea, a lo mejor algo apurada para San Valentin, pero siempre hay aniversarios, cumpleaños, etc. No tienen que ser corazones se puede hacer una cenefa de banderitas, o ponerle otros adornos que queden bien con la ocasión. Ahora que lo nombro, la cenefa de banderitas es muy fácil y así me animo a hacer un tutorial y probar a ver.
¡Hasta la próxima entrada!

No hay comentarios:

Publicar un comentario